viernes, 29 de marzo de 2024

Túmulo de Son Ferrer

Aquí aguarda,
a salvo del olvido,
lo que nadie conoce
bajo el cielo cambiante
de siglos y estaciones
que han dado a este montículo
su sesgo de erosión, derrumbe y líquenes,
hasta el que hemos venido sin saberlo.

Alojan estas piedras circulares
-en torno del altar que sobrevive
para una ceremonia sin testigos
que este lugar repite y nos devuelve-
el sol que no sucumbe,
el salitre cercano,
la rosa de los vientos empujando las olas
sobre el acantilado de la costa,
al pie de unos cipreses verticales aún jóvenes
y el temple acogedor de olivos y acebuches
que ennoblecen el tiempo
aquí perenne.

La hierba tras las lluvias,
el brillo dispersado de unas flores silvestres,
el canto semioculto de unos pájaros,
como el planeo ingrávido de un ave
sobre lo inamovible del momento,
dan a la luz de esta mañana alta
el profundo sentido de un instante entrevisto
donde también cruzaba el aire
la piedra de una honda que en el cielo lejano 
de antiguos moradores de esta tierra
trazó su elíptica defensa
curvada para el nombre de estas islas.

Posiblemente un cuenco con aceite votivo
y una mecha encendida
velaron como ofrenda en este túmulo
a aquellos que yacieron
dejando sus facciones bajo tierra
y su frágil memoria en semejantes
igualmente abolidos por el tiempo.
Callamos ante ellos.
En el vacío persiste un motivo sagrado
intemporal a quien acude hasta esta linde.
Algo más que unas piedras
hallo en este legado al descubierto
donde los puntos cardinales caen
como cualquier otra distancia cede
en el sendero reservado hacia lo interno
que aquí resuena intacto
para el inesperado caminante.
 
 
  

domingo, 17 de marzo de 2024

Inquietud, tierra firme

Ante mis ojos
el mundo es un remanso
que nos contempla.

En cada tarde,
más allá de la muerte
el sol renace.

La luz templada
se abre en lo profundo
de algunas noches.

El cuerpo late
ajeno a lo que cubre
el aire insomne.

En ese estado
los límites del tiempo
desaparecen.

Antes del alba
el sueño nos devuelve
hacia otra niebla.

Sin fin ni origen,
hay puertas y ventanas
a todas partes.

La hierba es hierba,
y el pozo y la montaña
son mis palabras.
   
                                  ilustración de Sandra Galli para el libro Entorno claro

* (Acompaño esta entrada con la ilustración que mi amiga y pintora Sandra Galli preparó para el libro 'Entorno claro' y que, pese a su belleza e inspiración, al final no pudo aparecer en la cubierta. El elemento agua aquí reflejado era el más presente en sus distintas formas -lluvia, mar, ríos, niebla...- a lo largo de sus poemas.)

viernes, 15 de marzo de 2024

Diálogo entre Júpiter y Borges

- Sentí lo que creé y viví al ser mío.
De siempre lo infinito quiso verme.

- Mis ojos se secaron ante el orbe.
La noche vino a darme las palabras.