Antes ya de escribirlo, el poema estuvo desde siempre ahí.
jueves, 31 de marzo de 2022
domingo, 13 de marzo de 2022
Inquietud y vestigio
Abierta mi ventana
se posan y aletean dos palomas
en su alféizar,
zurean
y al verme a un paso, cerca,
escapan en un vuelo
al tejado de enfrente.
Acuden temerosas si me aparto.
Más tarde bajo el sol aún se citan,
las contemplo de lejos.
Me dejan tras su encuentro
un tallo vegetal que hubo en su pico,
el pálpito inocente de este día,
un augurio sin fecha.
* (Si las palabras sirvieran de algo frente a cierta adversidad desmedida podría emplear algunas, pero ante la dimensión del daño irracional e imprevisible que vivimos, me resultan casi todas retórica. Pese a la calidez de los momentos como este descrito, la destemplanza ciega de la historia sigue hiriendo el presente, donde parece no importar ni resultan previsibles los límites. Ante esto prefiero la dignidad del silencio, porque todas las justificaciones que se alcen, los relatos de quienes han planeado esta nueva guerra como los de quienes la contemplan y especulan fríamente con ella son ruido si no parte de la misma miseria que avergüenza. Podía decir más, pero he apelado al silencio. E interiormente, a confiar en lo mejor de la naturaleza humana, por frágil y diminuta que parezca la bondad que nos queda. Preferible a los destrozos que por generaciones a diario vemos sembrar en vidas, ciudades y tierras derruidas por las armas, entre las que ojalá no estuvieran, cuando se emplean para el mal, las palabras.)
domingo, 6 de marzo de 2022
Te percibo en el aire
La brisa configura
al moverse tu nombre.
Las palabras recuerdan,
como el agua, su origen.
Y lo mismo que el agua
las palabras se impregnan
de aquel que las invoca.
Como somos resuenan.
En ellas todo cabe,
pero eliges tu forma.
Una dulce mirada
las hace diferentes,
una sabia manera
de acoger lo que dicen.
* (Sin duda lo que tiene más valor en nosotros suele ser lo que existe de un modo espontáneo y sentido. Nos atrae lo que sin ningún esfuerzo genera en lo que hacemos un impulso o una profundidad intuida latente desde lejos e interna, o nos reconcilia con esa serenidad y disfrute del presente en sus cosas, o nos acerca al origen del devenir que somos. Y eso, a partir del diálogo con los elementos concretos de cada día vivido. Trabajando hace tiempo en un proyecto sobre alguien querido y siempre vivo, estos versos recrean algunas referencias en las que con frecuencia me acojo y me siento confortado. Como el regalo con que quedaron grabados los varios momentos compartidos, su modulada voz indeclinable y su modo de ofrecer las palabras como si no pesaran a la hora de mencionar el mundo y al hacerlo, a sí mismo. Hablaba de un amigo.)
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