18 de agosto. Hoy la muerte recuerda
el temblor indebido de un joven sudoroso,
hondo y frágil, maniatado, sin rumbo,
marcado por un naipe de venganza inclemente,
truncado injustamente a espaldas de la noche.
No queda rastro alguno del final destrozado
del sueño irrepetible de un gigante indefenso,
brillante como un niño escondido en un pozo
persiguiendo el hechizo de un reflejo inasible
que siente con la fuerza de la nieve que arde.
Su voz volcó el latido de todos los relojes.
Desató sin saberlo el pulso más invicto.
El odio maldiciente derribó su figura
para que su silencio no incendiara los ojos
con la sed admirable de todo lo visible.
La tierra es un secreto donde cabe su sangre.
Basta leer sus ojos para saberlo quieto
dormido bajo el agua al calor de las huertas.
Nació para dar vida y ese fue su delito.
De volver llegaría desnudo e impecable,
perforada su alma de jazmines ilesos.
Cala Torta, al atardecer, 18.agosto.2023
Take this waltz, por Leonard Cohen https://www.youtube.com/watch?v=jWMOqVKHeSQ
Pequeño vals vienés, por Silvia Pérez Cruz https://www.youtube.com/watch?v=vx5CW0Vyvi8