domingo, 6 de octubre de 2013

Primera hora

Dame tu amor
después de todo.

Delante del espejo,

en la luz fría.

Para vencer el filo

de la muerte varada.

Al lado de palabras

que disuelvan la nieve,

la frontera de niebla,

el horizonte mudo.

Habla quien ya no vuelve

del lugar del vacío.

Si en mi piel tu partida

fuera un juego de niños...
 

1 comentario:

Luis Arroyo Masa dijo...

Gracias, Carlos, por esta "Primera hora". La muerte, y la vida, no son, en efecto, un juego de niños. Pero la belleza de las palabras nos ayuda a soportar ausencias. Un abrazo, Luis.