sábado, 11 de febrero de 2017

Ruibayat

¿Quién dijo que la pasión había de durar? La pasión nos llama a arder, no a durar en el tiempo. Coge esa vela que te tienden y consúmela. Después, muere.
Cristina Requejo
 
 
Arde en la llama que se extiende y muere.

Que la pasión describa en su ceniza
el tacto irreversible al descalzarse.
Que en sus repliegues testimonie el cuerpo
la memoria del rayo sobre las ramas de la noche,
el fulgor de los límites en la hierba sin marcas
que al gemir estremece la raíz de la tierra,
la luna que desvía su órbita al oírte.
Deja el frío que deshace aromas y señales
y perdido en el aire no conduce a los cauces,
pues confundido busca y sobre el polvo vuelca
lo que ululante araña y derrotado huye.
En cambio, tú, que sin saberlo ardes,
quema como el que olvida en los cristales
el sueño calcinante de quien deslumbra y hiere.
  

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