lunes, 27 de mayo de 2013

Ánfora

Soy el hombre que se confunde con su isla.
Me faltan las palabras que hice mías.
Ahora me lame el mar.
Soy sal y roca.
Hacia adentro descubro ser una estalactita
sedimentada a oscuras con geológica fuerza
sobre una voluntad que da la forma
a ese grito de espera mineral que nos lanza.
Aquí en el mar, ante el sol y las olas,
yo elevo hasta unos ojos claros como las velas
y la fugacidad rota en la espuma
esta declaración que es una antorcha,
si descubro el temblor de una silueta erguida
capaz de extraviar a las sirenas.
 

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