martes, 27 de marzo de 2018

Jardín con mirador sobre Mallorca

Un colgante jardín, sin nadie, 
abandonado, a dónde da. 
A donde el tiempo flota 
gentil y reclinado en el silencio. 
Un rostro lo contempla tras la lluvia. 
Las hojas en su danza casi tiemblan 
y el óxido se aferra a cada grieta. 
El sol acude como el día primero 
y el aire lo protege en su reflejo.
Al pie de la cancela que a tu paso
revive estas señales imprecisas.
 
 

2 comentarios:

Myriam dijo...

¿Quién no desea un jardín así :-)?

Un abrazo, Carlos, y Felices Pascuas
y feliz Primavera.

Carlos Medrano dijo...

Igualmente, Myriam. Es de una casa de Santa Margalida, en pleno centro y en ese privilegiado enclave. La belleza del sitio la permitía la luz y la temperatura del buen día. La primavera aquí en Mallorca se resiste todavía a aparecer del todo sin rastro de los cielos y el frío del invierno. Feliz Pascua.