Ondean penachos
amarillos de juncos
altivos, libres.
Lanzan al aire
claridades rebeldes
a un fuego ocre.
Arde el otoño
en colores dorados
como un crepúsculo.
Mi sangre queda
por bosques y frutales
tiñendo el aire.
La higuera es verde
y hay racimos de brasas
entre las vides.
Vegetal lumbre
preludia en los senderos
su vuelta a tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario