ocupa su sitio.
Elevación y hueco
confundidos, distintos.
¿Un río
para la voz,
un roce áspero?
Hogar del tacto tú,
una huella, el desierto,
allí donde
un ser acoge próximo su despojo de siglos,
tarda en mirar los ojos que rodean sus pasos,
y un momento sostiene
la luz que nombra el mundo.
* (Este poema apareció en un catálogo para una exposición 'Contra el Racismo' celebrada en Cáceres en 1997 en la que participé por una invitación recibida en aquellos tres años en que estuve destinado en Jaraíz de la Vera y numerosas veces se me llamó para participar en encuentros, proyectos o lecturas. Al repasar los nombres de los autores, el libro es una sucesión afortunada de amigos y otros escritores que llevaría bastantes líneas mencionarlos. Claro signo de la amistad y consideración que casi siempre he encontrado en Extremadura, de cuyo acogimiento e iniciativas he disfrutado en cualquiera de mis tres estancias. El poema aparece ahora con un título que entonces no tenía, y sin embargo, necesario.)
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