sábado, 24 de diciembre de 2016

(Casi) dos tankas

Se abre el Sol.
El invierno renace
con más latidos.

La vida se descubre
más allá de los límites.

              *   *   * 


Cuando me llames,
acude a mi ventana
como la lluvia.

El blancor de una garza 
chapotea en tu iris.

 
* (Pese a mi inclinación por el haiku tanto en su disposición clásica como en esa variedad más libre de la jaiquilla, no había intentado nunca la escritura de un tanka. Un artículo reciente -impreciso, cuestionable en matices, en la prensa- me animó a intentarlo. Como otras veces, el sencillo contacto con la naturaleza -el encuentro con una garceta blanca al sol en un prado tras unos días de torrenciales lluvias- dio pie a a este primer intento, poco a poco resuelto. De ahí el casi. Felices Navidades, con un creativo y favorable deseo a lo nuevo que venga.)
      

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