miércoles, 20 de octubre de 2021

Lámparas

Ves como flota
irisada en el aire
toda una vida.

La ligereza
del rumor de las fuentes
siempre distinta.

Canta una madre.
Su voz trenza el descanso
de las alcobas.

Todavía un niño
desenreda en sus ojos
una cometa.
 
 
* (Dedicar un libro tiene ese aquel de entrañable sentido con su punto entre apuro y lograda inspiración que sin aspirar a ser arte no es tampoco caer en lo que se resuelve deprisa con rutina o vacío. ¡Cómo expresar en pocas palabras un gesto personal de alegría y aprecio hacia quien es nuestro amigo o lector que celebra lo nuestro! A uno de ellos, Juan Ricardo Montaña, asomado de niño en la fotografía que adjunto, y de quien disfrutamos el privilegio de su afecto, generosidad y buen gusto, ante el reto de buscar para él unas palabras, estas dieron lugar al poema anterior referido a su mundo de orígenes, guardado en su memoria y hoy irrepetible. El de su casa familiar de planta baja y patio, el de la infancia y primera juventud con sus padres y hermanos, el del tacto inolvidable de su madre al confeccionar los trajes que vistieron de niños y esa inquietud tan temprana de aspirar a lo bello y verdadero o la sabia fidelidad a sus raíces. Muchas gracias por todo y así por muchos años.)
 

Retrato realizado el 15 de mayo de 1953, día de San Isidro, por el fotógrafo Trajano. En él, Juan Ricardo, 4 años, aparece a la izquierda junto a su hermana María Victoria con 2 y su hermano Paco con 3.

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