se orquestan despedidas
ante el crepúsculo.
Trazan las alas
como un cuenco de sombra
la noche próxima.
ante el crepúsculo.
Trazan las alas
como un cuenco de sombra
la noche próxima.
Sostiene el cielo
el vuelo enfebrecido
de tanto canto.
Gime un planeta
sumergido en el rastro
de este plumaje.
* (A vuela pluma, de un casi haiku -como lo denominó Elías Moro- de golondrinas y murciélagos en sucesión de vuelos que anuncian el crepúsculo, el lector, en esa circunstancia feliz de sumergirse en lo leído y recrearlo en su memoria, desplegó de nuevo para sí el espacio de ese rito solar desde la infancia tantas veces cumplido y lo tradujo en la forma que sabe, con palabras que a la vez son una versión, un homenaje y una infidelidad a tan breve 'haiku' que todo un horizonte contemplaba.)
1 comentario:
Querido Carlos:
Me siento muy honrado de que aquel "casi haiku volador", también escrito a vuela pluma,te haya llevado a escribir tan espléndidos heptasílabos sobre ese momento del día en que también nosotros nos desdibujamos en la contemplación.
Un fuerte abrazo.
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