Un día más que pasa y se adelgaza
como el perfil interno que te invade
de una canción que viene y se disuelve
igual que fluye un río y lo conoces
si tocas el frescor de su corriente
y queda luego su rumor y nombre.
De una ciudad con calles que se mueven
resuena un carrusel de mil edades
prendidas de un azúcar de colores
y charcos para pasos que se hunden.
El niño que salió solo a la fiesta
retorna sin reír y antes que nadie.
Entiende que encontrara en las palabras
todo lo que en la vida no sucede.
Si escuchas mi sentir, ven a mirarlo;
para unos ojos lo llené de soles.
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