Hay una parte del viaje en la que se coincide.
Y órbitas que se borran. Y espacios que se mueven.
Todo encierra su ayer desde el origen.
Y la noche que calma
otro día es ausente.
No te asombres ni asustes.
Deja que te comparta lo que no se diluye
y al ulular evoque
sin forma, como el agua,
lo que nunca fue daño, ni fatiga, ni límite.
2 comentarios:
Un poema precioso, Carlos. Breve y pleno. Abrazos.
Abrazos permanentes, Álvaro. De corazón, por lo que une.
Y felicidades por tu reciente cumpleaños.
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