al huir del olvido.
La materia del aire
se revela al perderse.
Cada reflejo mueve
como el humo unas claves.
Un surtidor de alas
donde el viento reside.
Figura del aliento
de una danza volátil.
No hay rastro del hechizo
tras cruzar los cometas.
Ni curso transparente
camino de la nieve.
Pero sí de una tarde
similar a frutales.
En mis ojos la noche
da cabida a estas luces,
al color del ocaso
sobre la piel que duerme.
La materia del aire
se revela al perderse.
Cada reflejo mueve
como el humo unas claves.
Un surtidor de alas
donde el viento reside.
Figura del aliento
de una danza volátil.
No hay rastro del hechizo
tras cruzar los cometas.
Ni curso transparente
camino de la nieve.
Pero sí de una tarde
similar a frutales.
En mis ojos la noche
da cabida a estas luces,
al color del ocaso
sobre la piel que duerme.
3 comentarios:
Buena la música, preciso el fondo, elegantes las transiciones. Quizás le falte (o le sobre) aún alguna vuelta. Pero ahí late un poema. Un abrazo casi primaveral, Carlos.
Te debo una llamada. Lo tendré en cuenta. Siempre hay algún detalle posible para mejor momento.
Va por días el apunte primaveral y lo traicionero del frío, sin que sea excesivo. Salud, Alfredo.
Una delicia de atardecer En la que se pierden los sentidos.
Saludos
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