El mar crepita
frente a un cielo plateado
previo al otoño.
Cuando hay tormenta,
si sabes refugiarte,
la lluvia escucha.
Fruta que rueda.
Por la calle del agua
ya no me buscas.
Corren regueros
de manos y de adelfas
tras de una sombra.
II
Frente a un cielo plateado
el mar crepita.
Si sabes refugiarte,
la lluvia escucha.
Por la calle del agua
ya no me buscas.
Veo manos como adelfas
tras de una sombra.
2 comentarios:
Hermoso, Carlos.
Me alegro, Álvaro. Lo hermoso es tu amistad. Sigamos adelante. Un abrazo
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