Entro en la niebla.
La mañana me envuelve
en su luz húmeda.
Salir de ella
es volver a las formas
ahora más limpias.
Desde la niebla
el aliento se interna
en la distancia.
Allí, en su calma,
se desvela la vida
difuminada.
Ser en la niebla,
extensa ligereza
de la materia.
Es luz tan blanca
similar a un almendro
ante la luna.
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