Nunca se deja
Tras cada límite,
la noche que declina
un alba advierte.
Llevan los ojos
el brillo de unas luces
aún no visibles.
Quizás la muerte
no es más que una cortina
que mueve el aire.
El sueño acude
al lento parpadeo
del día y la noche.
de atisbar otra orilla,
de ser sin pausa.
de ser sin pausa.
Tras cada límite,
la noche que declina
un alba advierte.
Llevan los ojos
el brillo de unas luces
aún no visibles.
Quizás la muerte
no es más que una cortina
que mueve el aire.
El sueño acude
al lento parpadeo
del día y la noche.
1 comentario:
Me producen un íntimo disfrute los haikus.
Enhorabuena por los tuyos
Publicar un comentario