miércoles, 17 de marzo de 2021

Cadozo

                             a Álvaro Valverde

En el estanque
encontró su reflejo 
el propio Basho.

Agua que corre:
los días y las noches
son como peces.

El cielo cabe
en el orbe imprevisto
de una burbuja.

Dentro del agua
el rumor y el silencio
de lo visible.


* (Pese a que me había propuesto no volver a escribir poemas en haikus enlazados después de culminar el verano pasado la composición de Entorno claro, que en unos meses aparecerá dando cuenta de mi convivencia con ellos a lo largo de una década, la lectura de una reseña elogiosa de Á.V. sobre el libro en haikus A póla branca del gallego Xavier Seoane dio pie a escribir este otro que, contagiado de lo que guarda frescura, quiso brotar con ella en las palabras. Y puesto que la cercanía y el reflejo del curso del agua en algunos poemas de Álvaro Valverde aparece con la atracción y hondura -o "metáfora y verdad"- del paso de la vida y como una poética, qué mejor que brindárselo con la claridad de los cielos que la mañana de aquel viernes ondeaba y a cuya luz esperamos acoger más certezas. El título es una complicidad con los poemas de Francisco Pino asomados al cauce de sus ríos castellanos.) 
  

1 comentario:

Álvaro Valverde dijo...

Muchas gracias, querido Carlos. Eres un gran haikista. Abrazos y salud, Álvaro