Repetidos lugares para estados sin tiempo: los saltos de un gorrión, hábiles, temerosos; el bullir casi palpable y sordo de una fuente; el viento a ras de suelo del mosaico que observas; el bullicio que tapa el surtidor donde el agua te abre ese segundo en que de pronto ya no eres el de antes y cuando partas volverás a donde sabes. Una línea de agua en que nada es lo mismo, abierta desde siempre, dirigida hacia adentro.
(Sesimbra)
1 comentario:
Paralelismos vitales, pulsaciones compartidas, yo lo llamé la fiesta del instante. Tuve la suerte de comartir instantes en nuestro pasado, quizás podamos jugar de nuevo en la distancia. Afecto y camaradería desde sangre común. Nios leemos.
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