bajo el sol se desplazan
siluetas de agua.
Lenta seduce
el maíz y la arena
de una mejilla.
Vendrá sin falta
la palabra que buscas
al caer la noche.
Pregunta siempre
el camino de vuelta
a la lechuza.
(Sesimbra/Lisboa)
* (Este poema, terminado de hacer el pasado 26 de julio en el aeropuerto de Lisboa, evoca, en la vitalidad de unas sensaciones simbolizadas en el agua, ocho días de un especial remanso en tierras portuguesas a orillas del Atlántico. Como si uno hubiera venido aquí a reposar en sus fuentes. Debe ser esa la relación con lo magnífico: disfrutarlo de corazón unos días cada cierto tiempo. Al leerlo, por la ventanilla del avión veía el mar de paja del estuario del Tajo. Y el sabor del retorno. Hasta siempre.)
1 comentario:
Hermoso, puro, esencia, gracias.
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